sábado, 25 de febrero de 2012

Los juicios paralelos

Debe ser cosa de la naturaleza humana, es más, espero que sea por eso, porque, si no, la otra opción es que no nos creemos la democracia ni los principios que la sustentan. Me explicaré. Cada vez que un personaje público se ve envuelto en un caso judicial, tanto los medios de comunicación como muchos ciudadanos (no me atrevería a decir quién es primero) se lanzan rápidamente a juzgar (y, por supuesto, condenar) al personaje. Ya lo hemos visto muchas veces. Quizá, para mí (será por dónde vivo), la más representativa es la que tiene que ver con el juicio al ex presidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps. Y ocurre que a veces nos encontramos con que la verdad judicial no es la que a los juzgadores (me refiero a los medios y a, al menos, parte de la sociedad) les gustaría; sin embargo, el juicio público y su condena ya se produjeron y ese personajes (declarado culpable o inocente) ya estará inhabilitado socialmente para cualquier cosa.
Pues bien, esta mañana leo en El País que dos centenares de personas se manifiestan ante los juzgados de Palma donde declara Iñaki Urdangarín. Y yo me pregunto, ¿por qué tendemos a manifestarnos? ¿Será para que los que juzgan sepan lo que pensamos? ¿Será para manifestar nuestra opinión? ¿Pero no son los jueces los que deben decir si este hombre es culpable (y entonces que caiga sobre él todo el peso de la ley) o inocente? ¿Y si dicen que es inocente? ¿Es que no nos creemos la democracia ni los principios que la sustentan y por eso tenemos que ir disfrazados a manifestarnos y tirar huevos al imputado?

Imagen tomada de 20minutos.es

Creo, sinceramente, que esos comportamiento no son ejemplo de una ciudadanía plenamente democrática. Pero quizá me equivoque, no lo sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya iba siendo hora que escribieses algo!!!