jueves, 22 de diciembre de 2011

Se acerca la Navidad

Llega la Navidad y eso se nota en todos lados: en la calle, en las casas, en las empresas, en la gente... Y una de las cosas que más me gustan, sobre todo por ver la cara de ilusión de los niños, es la tradicional entrega de cartas de los niños a los Reyes Magos o a sus pajes.
Pues bien, hace unos días se celebró en mi empresa, la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, uno de estos actos: los Reyes Magos nos visitaron, recogieron las cartas de los niños, charlaron con ellos y les repartieron las correspondientes chucherías (que nunca pueden faltar). Ver la ilusión en las caras de los niños es lo que me ha motivado a escribir este breve post desde el móvil. Como muestra, un botón: la cara de mi hija Miriam en las rodillas de uno de los Reyes.

martes, 13 de septiembre de 2011

La parrillada argentina

Sí, voy a dedicar una entrada sola a esto. Es lo que tiene quedarse impresionado.
Voy a empezar por el final. Sólo he pagado 98 pesos, esto es, menos de 20€. A partir de aquí, empiezo de forma cronológica.
Esta mañana ha sido poco afortunada. Abrí el ordenador a las 8.30 de la mañana y creo que ese fue mi peor error. En España ya eran las 13.30, con lo cual todo el mundo que quería decirme o mandarme algo ya lo había hecho y, efectivamente, todo el mundo se ha puso de acuerdo para dejarme descansar ayer y bombardearme hoy. Empecé a contestar correos y a organizar cosas del periódico y se me pasó la hora de la excursión gratuita de las 11. "Así, mal vamos", pensé, aunque alguno de vosotros seguro que piensa que mal nada de nada (por si lo lee mi amigo Javier Vidal).
Aquí se come sobre las 13 horas, así que a eso de las 12.40 salí del hotel rumbo a una zona donde en la oficina de turismo me comentaron que había dos o tres restaurantes buenos donde comer carne a la parrilla. Como comprenderéis, para una vez que vengo a Argentina no voy a andar con tonterías.
El paseo fue un poco más largo de lo que yo esperaba, quizá porque me paré en algunas tiendas para comprar algunos detallitos para las niñas y para Marivi. Una vez que llegué al sitio, los tres restaurantes estaban seguidos, uno al lado de otro, como si de un museo se tratase. Por fuera, los tres tenían muy buena pinta: Las Chilcas, La Mamma y Alkorta. Como los tres tenían la carta con los precios en la puerta, me detuve en cada uno de ellos y me decidí por Las Chilcas, no por nada en especial, sino porque tenía menú a 54 pesos (unos 11 euros) y tenía buena pinta.
Detalle de la carta de Las Chilcas en el exterior del local. Arriba, en el centro, el precio del menú. Justo debajo, la parrillada con la descripción de todo lo que tiene. No caí en la cuenta de todo hasta que me lo pusieron todo.
Una vez dentro y con la carta en la mano pensé: "Qué narices, para qué he andado hasta aquí, ¿para pedir un menú?". Llamé al camarero y le dije: "Mire, quiero comer carne y quiero que me recomiende una, pero que no sea el bife de chorizo, que eso ya lo probé ayer". "¿Ha probado el ojo de bife? Es parecido al bife de chorizo, pero de una parte anterior del animal y más sabroso...", me aconsejó el camarero. "Bien -respondí-, pero, ¿me recomienda eso o la parrillada?". El camarero me miró fijamente, abrió sus ya bien grandes ojos, respiró hondo y me espetó: "Hombre... la parrillada tiene de todo para degustar y ahora viene con una buena guarnición y ensalada y postre todo incluido". Yo creo que él pensaba que no iba a poder con todo. "Bueno, pues la parillada y agua, por favor".
Antes de nada, me trajeron de entrantes unas berenjenas en vinagreta (no las había probado antes hasta ayer, porque ayer me pusieron lo mismo en el otro restaurante), un trozo de pan casero y una empanadilla casera rellena de carne. Muy buena, todo apuntaba bien.
Berenjenas a la vinagreta y pan casero en Las Chilcas.
Se presenta el mozo con un plato repleto de patatas fritas y huevos revueltos y otro plato con un trozo de chorizo (como de dos dedos gordos de tamaño), un trozo de morcilla (del mismo tamaño), una especie de torreznito de mi tierra, pero como de 30 cm de largo reliado y un entrecot pequeno (como la palma de una mano sin dedos y de dos dedos de ancho). Se fue el camarero y me trajo un plato de ensalada (lechuga, tomate y cebolla) y condimentos para aliñarla. "Buen provecho", me dijo, y se marchó. Yo, que ya tenía el iPhone en la mano y estaba apunto de hacer una foto, pensé: "¿Cómo que buen provecho? ¿Ya está? ¿Esto es la parrillada? Vamos, comer como de sobra, pero... ¿ya está? Paso de hacerle foto, que se van a reír de mí".
Cuando ya me quedaba poco, vuelve el camarero y me pone en el plato un trozo de costillar como la palma de mi mano (ahora sí, con dedos), pero nada de hueso, lo juro, y un trozo de lomo de cerdo del tamaño del entrecot, pero más fino, claro. "Esto mejora", pensé.
Cuando estaba terminando el trozo de lomo, vuelve el amable señor y me pone en el plato un trozo de cabrito y una brocheta de carne de ternera. En ese momento he de reconocer que empezaron a entrarme sudores y dudé sobre si sería capaz de comerme todo eso, así que decidí echar, ahora sí, una foto.
Cabrito, brocheta de ternera, trozo de lomo y costilla de ternera.
Mientras, algunos de vosotros me escribíais por FaceBook y, como el restaurante tenía wifi gratis, pues yo os iba comentando la jugada. De repente, vino a mi mente la carta de la puerta... 78 pesos... "No puede ser, 78 pesos (algo más de 15 €) por toda esta barbaridad de carne (os prometo que tres personas hubiesen comido bien incluso siendo yo una de ellas)", pensé. En esto, vino el camarero, me retiró los platos y volvió con la carta de los postres. "Puede usted elegir el que quiera, que entra en el precio", explicó. ¡Es verdad, se me había olvidado, tenía postre!, pero no podía ya con nada más, así que tiré de tópico y... para bajar la comida... sí, lo sé, es mentira, pero a mí me ayuda... helado de limón. Cuando le dije mi elección al camarero me miró como pensando "¿pero es posible que este boludo aún coma más?". Me trajo una copa con tres bolas de helado de limón. Yo creo que lo hizo a propósito, a ver si me dejaba alguna, pero no ocurrió.
Después de eso, salí como pude del restaurante, casi con vergüenza por habérmelo comido todo y he venid al hotel a escribir esto. Ahora me voy a ver la Manzana Jesuítica, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ya os contaré qué tal.
¡Que aproveche!

Ruta turística por Córdoba (Argentina), trabajo y cena

Después de mi "frugal" comida, tomé un helado para rebajar. Ya se sabe... el mito de que el helado rebaja una comilona... Y después me embarqué en una ruta turística por la ciudad. Eso sí, como casi no me podía mover, decidí coger el autobús turístico, que tardaba una hora y media, costaba 40 pesos (8€ más o menos) y me lo había recomendado todo el mundo, desde la chica de la oficina de turismo hasta el recepcionista del hotel.
Lo primero que hay que destacar es el autobús en sí. Un modelo antiguo traído de EEUU, según nos contó la guía, y que merecía una fotografía que olvidé sacar (a ver si mañana lo veo y enmiendo el error).
La ruta, a nivel global, merece un 7,5. El precio no es caro, pero se paga la incomodidad de tan vetusto transporte. La ruta está bien, es bonita, pero Córdoba no es Madrid, ni Barcelona, ni Valencia... Así que, aunque lo que se ve es bonito, son todo fachadas de casonas y palacetes, que son muy bonitos, pero poco más.
Palacio de Justicia de Córdoba.
Sin duda, lo más destacable, la iglesia de los Capuchinos (mirad qué fachada). Por supuesto, cuando terminó la ruta, me fui andando a adentrarme en ella.
Vista de la Iglesia de los Capuchinos desde el autobús turístico.
Su interior me sorprendió, no por inesperado, porque seguía el estilo marcado por el exterior (policromía, gótico, luces coloridas...), sino que me sorprendió porque yo creo que no he visto nada así nunca. Altas bóvedas de crucería llenas de colores, grandes vidrieras laterales repletas de colores que eran la única luz que llenaba la estancia, figuras de santos y vírgenes muy al estilo sudamericano (espero que entendáis esta expresión)...
Interior de la Iglesia de los Capuchinos.
De lo que más me sorprendió es que, a los dos lados del altar mayor, había una escalinata que subía a una pequeña capilla que había tras el altar desde donde se podía ver toda la estancia de la iglesia. Esa capilla tenía una iluminación sobrecogedora. Seis grandes vidrieras que iban desde el suelo hasta el alto techo hacía que la luz del sol pareciese naranja a esas horas del día (las 5 de la tarde en Argentina) y el espectáculo no era descriptible. Hice alguna foto, pero, aunque la cámara del iPhone es buena, no da para tanto.
Altar mayor de la Iglesia de los Capuchinos.
Tras mi visita a los Capuchinos, decidí volver al hotel porque estaba realmente cansado. Pensé en echar una siestecilla hasta las 8 de la tarde, hora en la que aquí se cena, pero temía quedarme dormido hasta el día siguiente, así que abrí el ordenador, llamé a casa (bendito Skype...), me puse a contestar correos y... ¡sorpresa! Uno de los correos tenía trabajo para mí (qué raro...). Me puse con ello y cuando terminé me marché a cenar fuera.
Pregunté en la recepción del hotel. El chico no era el mismo que el de esta mañana, pero su recomendación sí. "He estado allí a medio día y estaba todo muy bueno, pero querría cambiar de sitio esta noche", le dije. Entonces me recomendó otro, más moderno, más variado y muy cerca del hotel. "Perfecto", pensé.
Llegué a la Mandarina (así se llama el lugar) y pedí una cerveza y la carta. "¿De qué tamaño quiere la cerveza?", me preguntó el chico. "Mediana, ni grande ni pequeña", contesté. Pero no coló. "No, señor, grande o pequeña", dijo él. "Pues grande entonces", respondí (¿alguien lo dudaba? Ya se sabe, burro grande ande o no...). Pero cuando el chico apareció con una Heineken de un litro le pedí, por favor, que me trajese una pequeña, porque no me veía con energía suficiente. Después pedí una lasaña, muy buena, por cierto y decidí dar un paseo para buscar un helado. Ah, se me olvidaba, lasaña, pan y cerveza, 50 pesos, unos 10 €, no está mal.
Lasaña, pan, queso rallado y cerveza en la Mandarina.
Tras el helado y el paseo por la Plaza del General San Martín, donde está la catedral de Córdoba dedicada a la Virgen de la Asunción, volví al hotel con ganas de meterme pronto en la cama, pero una peliculita tumbado... es un placer irresitible. "Lobo", fue la elegida (sólo tengo otra más, así que tampoco había mucho donde escoger). Después, a dormir y mañana será otro día.
Vista nocturna de la Catedral de Córdoba desde la Plaza San Martín.


Bienvenido a Argentina

Después de unas 13 horas de vuelo, llegué a Córdoba, Argentina. Antes de bajar del avión, pregunté a algunos compañeros de vuelo cómo llegar al centro de la ciudad, donde estaba mi hotel. "Coja un taxi", fue la respuesta unánime, "le costará unos 60 pesos", que al cambio vienen a ser unos 12€ (nada caro teniendo en cuenta que el aeropuerto está a unos 15km de la ciudad). "No cojas el bus, porque se paga con una moneda especial y es caro, cuesta unos 2,50 pesos; una cagada eso de la moneda", me dijo uno de los viajeros natural de Córdoba. "No pienses que aquí hay suburbano", me dijo otra viajera, "quizá algún carro tirado por caballos... pero buenos, caballos buenos...".
Pensé que era un rico en un país que aún le queda por avanzar y mi paseo en taxi al hotel me lo confirmó. Las calles están mal asfaltadas, con muchos badenes, coches muy modestos por todos lados, etc.
Llegué al hotel. Un 3 estrellas argentino, es decir, una pensión de, como mucho, una estrella en España. Pero muy amables, eso sí, y con wifi gratis. Llamada preceptiva a casa para que sepan que llegué bien (por Skype, por supuesto... bendito Skype), una ducha y a dar un paseo por el centro, que estoy muy cerca.
Vista interior de la habitación del hotel.
Tras una cervecita en una terraza, visito El Solar de Tejeda. Me lo han recomendado en el hotel, pero no en la oficina de turismo que está a 20 metros del restaurante.
Los camareros son muy simpáticos. "Quiero comer carne, que me han dicho que aquí la hacen muy buena, y quiero algo conforme a mi tamaño", digo a la camarera que me atiende. Sonríe, pero no duda: "Bife de chorizo. A la parrilla y ahora está de oferta con guarnición de huevos fritos y patatas". No se hable más; las imágenes hablan por sí solas.
Bife de Chorizo con huevos fritos y patatas y una cerveza.
Ahora voy a dar una vuelta en el autobús turístico. Espero poder moverme hasta la parada, que está aquí al lado.
¡Bienvenido a Argentina!

domingo, 11 de septiembre de 2011

10 años de la tragedia del 11-S

Hoy es un día de esos que no se olvidan en mucho tiempo. Hace hoy 10 años, unos terroristas integristas islámicos cometieron el mayor atentado de la historia al estrellar dos aviones de pasajeros contra las torres del World Trade Centre de Nueva York.
Quería escribir este pequeño post para poner mi granito de arena en el recuerdo de aquello, en la memoria de los que perdieron la vida y en la de sus familias, para que puedan llevar ese dolor con paz.
http://www.youtube.com/watch?v=yrVopfes8_w&feature=youtube_gdata_player
Os dejo el enlace al vídeo de las Noticias de Antena3 de aquel día, que es lo que yo vi en directo y cómo me enteré de la terrible catástrofe.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Blogger en el iPhone

Google ha lanzado su aplicación oficial para controlar la cuenta de Blogger desde el iPhone. Hasta ahora sólo había un par de aplicaciones gratuitas, pero, a ni entender, "no daban la tall". La app oficial, que por supuesto también es gratuita, parece funcionar bien, aunque, de momento, no permite enlazar términos con páginas web, una función que sí permitían la otras aplicaciones aunque a mí me daba error el 75% de las veces que lo usaba.
En definitiva, que si esta app va bien, supongo que daré algo más de vida a este blog, que lo tengo más que olvidado.
Aquí dejo el enlace a un blog donde se habla de la nueva aplicación de Google Blogger para iPhone y donde podría encontrar el enlace de descarga de la app: http://m.applesfera.com/aplicaciones-moviles/google-lanza-la-aplicacion-nativa-de-blogger-para-ios-y-una-interfaz-web-movil-para-google-music

viernes, 22 de julio de 2011

Gráficos falaces

Llevo un tiempo recopilando gráficos publicados en los periódicos para una de las asignaturas que imparto en la Universidad y ayer me topé con éste en el diario El País.

El País, jueves 21 de julio de 2011, página 14.

En principio, pensé, tiene buena pinta, así que lo voy a archivar para ponerlo como ejemplo en clase. Sin embargo, cuando lo estaba archivando caí en una cosa: es un "gráfico falaz".

Me explico: la infografía publicada por El País pretende mostrar la relación entre los regalos hechos por la empresa Orange Market a dirigentes del PP de la Comunidad Valenciana y el incremento de facturación de esa empresa. Lo primero que hay que decir es que en el gráfico no se ve realmente esa relación, pero, si nos quedamos ahí, nos habríamos tragado la falacia. ¿Por qué? Porque para que eso quede claro, es decir, para que quede claro que Orange Market ganó dinero gracias a los regalos que hizo a los políticos, lo que habría que demostrar es que los regalos provocaron que aumentase la facturación de esa empresa en la organización de actos públicos del Gobierno de la Comunidad Valenciana, y eso sí que no es lo que muestra el gráfico, más que nada porque los datos de facturación que se muestran son de facturación total anual, no de facturación por la organización de determinados eventos.

En fin, que este gráfico me va a servir para mucho más que sólo para ponerlo como ejemplo en clase el curso que viene.

jueves, 24 de marzo de 2011

La democracia de algunos

Últimamente están ocurriendo ciertos sucesos en algunas Universidades españolas que los demócratas deberíamos "estudiar" con un poco más de detenimiento. Parecer ser que ha corrido como la pólvora la moda de solicitar el cierre de las capillas universitarias o, llevándolo al extremo, de impedir que quienes las visitan y rezan en ellas puedan hacerlo mediante la interrupción de actos de culto y la presión, siempre con insultos, a quienes quieren utilizar dichas capillas.
En la última de estas tropelías, cometida en la Universidad Complutense de Madrid, la asociación estudiantil Contrapoder, que pertenece a la Facultad de CC. Políticas, Sociología y Trabajo Social de dicha Universidad, promovió una interrupción de un acto de culto en la capilla de esa universidad, acto, por otra parte, penado por la ley como delito en el Código Penal. Lo curioso del tema es que esta asociación, en su propio blog, afirma:
La memoria histórica es una tarea pendiente de saneamiento democrático que implica el enfrentamiento con la agresiva derecha española y su principal partido organizativo e ideológico: la iglesia católica
¿Es esto democracia? ¿La democracia consiste en "sanear" a los que piensan distinto? A mí esto me suena más a fascismo, a quienes quieren quitar de en medio, en el sentido literal, a los que son o piensan de manera distinta. Y más curioso aún me parece que este tipo de gente se parapete en la Universidad, una institución creada por la Iglesia (paradojas de la vida) para aprender más del mundo que nos rodea a través de la sana discusión y de la contraposición de ideas siempre respetando al que piensa de manera distinta. Por cierto, esta misma asociación fue la que impidió que Rosa Díez pudiese dar su conferencia en la Universidad Complutense de Madrid; tolerancia democrática.
Para esta tarde hay programado un acto de protesta en Valencia ante otra capilla universitaria, acto que ya ha sido puesto en conocimiento de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, así que esperemos que las autoridades competentes no permitan otra salvajada más contra la libertad de algunos y contra la democracia.

domingo, 13 de marzo de 2011

Blogueando desde el móvil

Estoy probando un editor de blogs desde mi móvil y por ahora creo que puede ser interesante. No sé si funcionará muy bien, pero vamos a descubrirlo en los próximos días. Os dejo una imagen del editor de blogs para iPhone: BlogBooster-The most productive way for mobile blogging. BlogBooster is a multi-service blog editor for iPhone, Android, WebOs and your desktop

sábado, 12 de marzo de 2011

Padre por tercera vez

Ya sé que no es excusa y que mi inactividad en este blog no tiene, entre comillas, prácticamente nada que ver con esto, pero... ¡¡¡He sido padre por tercera vez!!!
Pues sí, el 16 de febrero nació mi hijo Paco, que pesó 3.150 gramos al nacer. La verdad es que todo el parto fue muy bien y que tanto el niño como la madre se encuentran fenomenal. Os dejo una foto del niño para que lo vayáis conociendo.
Paquito aún en el hospital.
La verdad es que, por ahora, el niño se porta muy bien (parece que haya nacido sabiendo que es el tercero y que se tiene que portar bien) y nos deja dormir bastante bien por la noches. Eso sí, no perdona ni una toma de biberón, así que supongo que pronto se habrá puesto enorme... jeje.
A las hermanas les ha gustado mucho tener un hermanito, aunque Miriam ya dice que quiere una hermanita... De hecho, a las dos les encanta tumbarse con él en la cama y cogerlo en brazos en el sofá. Ahí va una prueba:
Noemí, Paquito y Miriam, en la cama de sus papás.

jueves, 13 de enero de 2011

Comenzamos de nuevo el trabajo

Después de las vacaciones de Navidad, que han servido para disfrutar de toda la familia, he vuelto de nuevo al trabajo.
Lo primero ha sido terminar la solicitud de un proyecto de investigación para la IV Convocatoria de FEPAD. Sin embargo, y según se puede ver en su página web, FEPAD ha sacado una nueva convocatoria, así que vamos a presentarnos también a esa, que nos viene muy bien para completar el proyecto que estábamos elaborando.
Pantallazo de la web de FEPAD.

Siguiendo con el mismo tema de investigación, la gente del Departamento de I+D de FEPAD nos mandó en Navidad las nuevas bases de datos con las que tenemos que ir trabajando. A pesar de que hay algunos problemillas, por ahora tengo una base de datos de más de 4.000 registros y unas 70 variables. No está nada mal. Me tengo que poner a trabajar con ella, pero he tenido que pedir ayuda a mi amigo Pablo Romeu, un ingeniero informático con el que he colaborado en temas de investigación en minería de datos, para que me asesore sobre cómo meterle mano a todo eso.
Por otra parte, estamos en tiempo de exámenes, y yo ya he hecho el mío con mis alumnos de 2º de Periodismo de la asignatura Técnicas de la Comunicación Visual. Espero que nos les haya salido mal; ahora tengo que corregirlo y el día 28 de este mes se publicarán las notas. ¡Suerte a todos!
Pues eso, que el mes de enero se presenta movidito, porque, además, tenemos que hacer el número 71 de El Rotativo, pero tengo a los alumnos de exámenes, así que habrá que hacerlo en una sola semana. Que Dios nos pille confesados...